Cada joya empieza con algo muy personal: tu leche materna. Hacer joyas de leche materna es un proceso especial que llevo a cabo con amor y cuidado para crear un recuerdo para toda la vida. Una vez que llega a mis manos, comienza un proceso creativo y cariñoso que es mucho más que artesanía. Es un trabajo de amor, con el objetivo de crear un recuerdo que dure toda la vida.
El arte de la conservación
Trabajo con un proceso que he desarrollado y perfeccionado yo misma a lo largo de los años. La leche materna se conserva en varios pasos, con sumo cuidado y una profunda comprensión de lo que significa. Esta parte de mi proceso sigue siendo mi secreto personal, porque hace que cada pieza sea tan única como la historia que hay detrás de ella.
Sus deseos como inspiración
Muchos de mis clientes me envían bocetos, fotos o simplemente un mensaje con sus ideas. Me tomo el tiempo necesario para tomar estas inspiraciones y transformarlas en una joya que se adapte a ti: individual y significativa.
Hecho a mano con el corazón: nuestro proceso de fabricación de joyas de leche materna
En cada joya se pone mucho amor desde el primer momento. Hago cada pieza yo misma, centrándome en los detalles, los materiales y, sobre todo, en tus deseos. Nada está automatizado: todo se crea a mano, con mucho tiempo y cuidado.
Un recuerdo para toda la vida
Su joya es algo más que un producto. Es un signo de amor, de conexión y de tiempo compartido con su hijo. Me siento honrada de formar parte de este recuerdo.
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